Chi-Kung: Salud y larga vida

Una de las tradiciones chinas mejor guardadas tras los muros de los monasterios budistas y los templos taoísta es, sin lugar a dudas, el Chi-Kung, considerado una práctica ancestral y hasta un arte a través del cual el individuo se ubica en el camino acertado para alcanzar los dos más sentidos anhelos de la humanidad desde tiempos remotos: la salud y la longevidad.

Si reflexionamos un poco sobre la aspiración de una larga existencia, la práctica del Chi-Kung nos invita a ir más allá de la brevedad de la vida humana, lo cual colma, en cierto modo, el deseo de trascender.

Para entender mejor el Chi-Kung es preciso analizar sus raíces orientales. Chi es aire, respiración, energía vital; Kung es trabajo, técnica y labor artesanal. El Chi-Kung es, entonces, la disciplina que nos enseña a trabajar con la energía del cuerpo humano para dominar la energía del universo en beneficio de la humanidad.

El Chi-Kung se efectuaba antiguamente en silencio y tras altas murallas, al igual que muchas otras prácticas que solo se revelaban en círculos selectos. Hoy en día está al alcance de todos. No obstante, esta práctica, a diferencia de otras igualmente antiguas se conserva vibrante, atractiva y misteriosa, pues se percibe milenaria y actual, compleja y sencilla, universal y concreta.

El Chi-Kung no requiere de posturas complicadas y los esfuerzos físicos suelen ser de escasa exigencia. Este factor, entre otros, lo hace sumamente accesible y popular entre aquellas personas con limitaciones físicas. Sin embrago, y a pesar de no requerir grandes esfuerzos físicos, los efectos beneficios sobre el cuerpo son notorios.

Los elementos naturales que intervienen en el Chi-Kung son la relajación, la respiración, la visualización, el movimiento y la mente guiada por la intención. Esta práctica se clasifica según los diversos aspectos del ser humano y se enfoca en ellos. Por eso existe el Chi-Kung de la salud, del intelecto y del espíritu, lo que constituye un sistema integrador.

El Chi-Kung de la salud, por ejemplo, no solo previene enfermedades sino que las cura a través de ejercicios corporales armonizados con la respiración, la visualización y la intención.

En el caso del Chi-Kung del intelecto los practicantes aprenden a trabajar con los dos hemisferios del cerebro y logran agudizar los cinco sentidos.

Por otra parte, el Chi-Kung potencia las facultades del espíritu mejora las funciones cerebrales y fortalece el vínculo inherente entre la mente humana y el espíritu universal. Igualmente se convierte en una interesante alternativa en la actualidad, cuando la falta de tiempo no permite la práctica de disciplinas espirituales.

En conclusión, el Chi-Kung no pretende convertirse en otra técnica esotérica y de moda sino ser un sistema profundo e integrador que aporta al ser humano una herramienta efectiva que le permite un manejo absoluto de sus energías y, en consecuencia, controlar su mente y cuerpo.

Puede encontrar más detalles sobre ejercicios de Chi-Kung en la página web

http://www.taijiquan.info/ejercic.htm

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