El colágeno comprende un tercio de las proteínas existentes en el cuerpo y se encuentra de forma natural a él. Está conformado por moléculas de aminoácidos de las cuales podemos destacar principalmente tres, como son la glicina, la prolina y la hidroxiprolina. El colágeno proporciona fuerza a los huesos, la piel, el cabello y las uñas. Está considerado como el elemento estructural más importante en los seres vivos.
Su objetivo fundamental es brindarle al organismo la matriz de sustentación en la que toman forma los órganos y tejidos, es además el responsable de la firmeza, elasticidad e integridad de las estructuras e hidratación del cuerpo, como también de la transmisión de fuerza en los tendones y ligamentos y de la transferencia de luz a la córnea; también se encarga de la distribución de fluidos en los vasos sanguíneos y conductos glandulares.
La pérdida de colágeno en los tejidos ocurre conforme envejecemos, lo cual se manifiesta mediante la aparición de arrugas, falta de elasticidad en la piel, labios más delgados y uñas frágiles. Entre los 20 a 30 años de edad la producción de colágeno comienza a declinar progresivamente; cerca de los sesenta años su producción total ha disminuido en más de un 35%.
Actualmente se pueden encontrar en el mercado diversos productos con alto contenido de colágeno, como cremas faciales y corporales, cápsulas, entre otros.
La disminución con el uso de cremas de fina textura y rápida absorción , lo que permite que la piel se humecte, revitalice y nutra, propiedades que las hace ideales a partir de los 30 años. Al aplicarlas diariamente es posible que el colágeno que contienen estimule al organismo a volver a producirlo, además, protegen la epidermis de los efectos nocivos del medio ambiente.
El cabello se puede ver también seriamente afectado por falta de colágeno, cuando se torna poroso, áspero, sin brillo y difícil de peinar a causa de la exposición solar, la contaminación, el agua de piscinas y del mar, tintes y permanentes. Se recomiendan productos capilares ricos en colágeno ya que poseen propiedades nutritivas y dejan la cabellera suave, radiante y con cuerpo.
Otra zona muy importante que debemos nutrir constantemente con colágeno son las uñas. Los esmaltes con alto contenido de colágeno resuelven el problema de descamación y fragilidad al proporcionarles fortaleza y elasticidad, estimulando así su crecimiento.
La pérdida de colágeno en los tejidos ocurre conforme envejecemos, lo cual se manifiesta mediante la aparición de arrugas, falta de elasticidad en la piel, labios más delgados y uñas frágiles.
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