¿Por qué debes cuidar el endotelio?

Todo nuestro sistema circulatorio está recubierto internamente por una capa conocida como “endotelio”, tejido que protege la zona interna de todos los vasos sanguíneos, permitiendo el intercambio de nutrientes y desechos.

 

El endotelio conforma hasta trece barreras que actúan a nivel de los diferentes órganos, coordinando su funcionamiento. En individuos sanos, garantiza mediante la producción de moléculas especializadas, la vasodilatación, que permite la llegada adecuada de sangre a todos los tejidos y regula el tránsito de 7200 litros diarios de sangre, permitiendo la salida selectiva de líquidos y moléculas a los tejidos vecinos.

 

Se comporta como un órgano metabólicamente activo que mantiene y nutre el tejido extracelular, base para la función y remodelación de las células, la formación y mantenimiento de los vasos sanguíneos, así como el control de la coagulación. Tiene receptores químicos en su superficie, permitiéndole reaccionar a casi todas las sustancias de control del organismo. Sintetiza y degrada hormonas, además de participar en los mecanismos de defensa, especialmente la inflamación.

 

El endotelio se puede afectar por procesos inflamatorios secundarios al estilo de vida y muy particularmente a la dieta, donde el consumo de carbohidratos de densidad alta y azúcares, así como de grasas, especialmente las artificiales TRANS, producen su deterioro y lesión.

 

El peligro es cuando se altera su función, pues favorece la arteriosclerosis, hipertensión, sepsis, trombosis, vasculitis, hemorragias. La principal característica de su disfunción es el estado que favorece los trombos, la formación de ateromas y los trastornos vasomotores.

 

Varias sustancias favorecen esta alteración funcional:

  • Sustancias inflamatorias de origen bacteriano.
  • Estrés circulatorio como en ejercicio intenso sin entrenamiento previo.
  • Grasas saturadas y especialmente grasas artificiales como las margarinas.
  • Valores altos de glucosa en sangre.
  • Situaciones asociadas a la falta de oxígeno.

 

Estudios del Dr. Mathías Rhat* en Alemania demostraron además cómo el déficit del consumo de vegetales y frutas y un alto consumo de grasas saturadas y azúcares, favorece la deficiencia de vitamina C a nivel del endotelio, lo que puede ser el punto de partida de la peligrosa placa ateromatosa que va favoreciendo el estrechamiento de las arterias y el principio de graves problemas cardiovasculares.

 

Las grasas Omega 3 grado farmacéutico de ultrafiltración, juegan un papel básico en su recuperación y el consumo de pescados como la trucha. Un sistema alimenticio con base en extractos de vegetales y frutas, es clave en la prevención y el tratamiento de los desórdenes del endotelio vascular, por su alto contenido de polifenoles**.

 

Los tratamientos de la obesidad, síndrome metabólico y dismetabolismo con terapia biológica son urgentes en pacientes crónicos para evitar la progresión hacia enfermedades cada vez más difíciles de tratar.

 

*El Dr. Matthías Rath, científico alemán nacido en el año 1955 en Stuttgart, Alemania, es el creador del concepto «La Medicina Celular» que define la insuficiencia de nutrientes a nivel celular como la causa básica de enfermedades crónicas. La Medicina Celular ha sido capaz de proporcionar soluciones a problemas de salud, a través de la administración óptima de bioenergía en forma de vitaminas y otros nutrientes naturales esenciales para las millones de células que forman el cuerpo humano.

 

** Los polifenoles son sustancias que consumimos a través de determinados alimentos. Concretamente los podemos encontrar en las frutas, las verduras y el vino. Nuestro cuerpo los sintetiza y pasan a formar parte de la sangre, aumentando la capacidad antioxidante.

 

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Dr. Arturo O’Byrne, MD

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