La piel grasa es una afección muy común que se presenta en el rostro y en el cuero cabelludo, en el rostro especialmente en la zona T (frente y nariz) aunque en algunas personas también se manifiesta en las mejillas y el mentón, y se identifica por la aparición de poros abiertos, puntos negros, rojeces y lesiones de acné.
La Dermatóloga Cirujana de la Universidad del Valle, Natalia Valderrama Cuadros, nos explica las causas de tener una piel grasosa, la cual nos cuenta que es una síntesis irregular de sebo en la cual se produce más grasa de lo normal y de una forma menos homogénea principalmente, en frente, nariz y zona perioral (región situada alrededor de la boca). Y además una renovación cutánea deficiente; hay una hiperproducción de las células del estrato córneo (la capa más externa de la epidermis) y glándulas sebáceas que no se desprenden de manera adecuada y taponan los folículos pilosebáceos haciendo que se produzcan los comedones (puntos negros) y también que la piel presente un aspecto irregular. La piel grasa afecta a hombres y mujeres por igual, es más frecuente hasta los 25 años, pero hay personas que pueden presentarla más allá de esta edad.
Una persona puede padecer piel grasosa por diferentes factores: desbalance hormonal sobre todo en la adolescencia, por factores genéticos (herencia), exposición a climas extremos, estrés, uso de ciertos medicamentos (cortisona, algunos anticonceptivos, antiepilépticos) o maquillajes oclusivos (tapan poros y producen comedones).
¿Cómo puedo tratar una piel grasosa?
Deben usarse productos de uso tópico que sean en forma de suero o emulsión, muy ligeros y que contengan seborreguladores como gluconato de zinc o ácido salicílico, entre otros. El empleo de mascarillas y productos con aloe vera que hidratan la piel y desinflama sin aumentar la producción de sebo, las claras de huevo que contienen proteínas y vitaminas que ayudan a combatir el acné y disminuir la producción de grasa. El uso de mascarillas con avena previene la formación de espinillas y mejora la calidad de la piel y la aplicación de té verde ayuda a desinflamar la piel.
El maquillaje ideal para pieles grasas debe ser no comedogénico, es decir, no inductores de acné, la especialista recomienda productos que contengan algún seborregulador como el ácido salicílico.
Alimentos qué debo evitar consumir
Los alimentos que deben evitarse (no eliminarse) son sobre todo los lácteos, limitarse a no más de un lácteo al día o sustituir la leche de vaca por leches vegetales como soya o almendras. Los alimentos de alto índice calórico como las comidas rápidas, postres y chocolate. Evitar ingerir vitaminas y multivitamínicos que contengan vitamina B (3-6-12), malteadas de proteínas ya que todos estos productos incrementan la producción sebácea y pueden desencadenar el acné.
Cuidados para una piel grasosa
- Limpieza: lavar la cara dos veces al día con aguas micelares o sustitutos de jabón que tengan componentes seborreguladores, el exceso de lavado produce resequedad e irritación en la piel. Una piel limpia ayuda a eliminar las células muertas e impurezas que producen el taponamiento de los poros.
- Hidratar la piel: todas las pieles incluyendo las grasas, requiere algún producto que humecte la piel, los ideales para piel grasa con aquellos que vienen en forma de sueros, ampollas o emulsión.
- Usar queratolíticos: son productos especializados en producir una renovación cutánea adecuada, evitando la formación de espinillas y otras imperfecciones en la piel, estos deben ser prescritos por un dermatólogo.
- Protector solar: todos los días debemos usar protector solar nos expongamos o no al sol, es el principal producto antienvejecimiento, previene el cáncer de piel, formación de manchas y arrugas. Los ideales para piel grasa son aquellos que sean toque seco u oil free.
Por último, los dermatólogos son los especialistas en tratar pieles grasas, y es necesario recurrir a ellos para que nos prescriba el tratamiento adecuado. Además, una piel grasa que no se controla esta propensa a presentar afecciones como el acné y la dermatitis seborreica.
Fuente de redacción: Dra Natalia Valderrama Cuadros.