Sabemos que todas las personas no sostenemos una rutina de hambre por mucho tiempo y rápidamente volvemos a los hábitos normales, cuando esto ocurre, el peso también vuelve rápidamente.
Solución: Un estilo de vida activo que incluya un programa sólido de entrenamiento y una dieta saludable basada en granos enteros, fruta fresca, vegetales y proteína magra. Esta dieta saludable mantiene tu metabolismo muy activo sólo con digerir de 4 a 6 pequeñas comidas diarias. Siguiendo ésta rutina es posible ganar medio kilo de grasa en el mismo tiempo.
Meta: El secreto está en hacer cambios fuertes, positivos y saludables, no sobre esforzar tu cuerpo y espíritu haciéndolo pasar hambre.
Algo más: En el plato hay una fórmula infalible: sírvete verduras en la mitad del plato, proteína magra en una cuarta parte y carbohidratos complejos o almidones integrales, papas o granos en el cuarto restante y esta sencilla fórmula de control de porciones puede ayudar a reducir centenares de calorías en cada comida.
Alimentos peligrosos: Reconoce que hay determinados alimentos sobre los que no se tienen control y evitarlos a toda costa. Cualquier cosa puede ser un alimento detonador de la voracidad: las galletas cubiertas de chocolate, los helados o la pizza. Es necesario apartarse de ellos ya que contienen ingredientes altamente procesados y adictivos.
Cuidado con las bebidas: Con un promedio de 160 calorías por porción, las bebidas gaseosas son quizás la mayor fuente de azúcar en la dieta. Por ejemplo la leche semidescremada con chocolate contiene 180 calorías.
El vino blanco probablemente sea la mejor bebida alcohólica para quienes están a dieta, pues en promedio aporta 70 calorías por copa.
Come verduras: Si algún alimento pudiera considerarse milagroso para adelgazar, serían las verduras, porque son voluminosas y su fibra se combina bien con parte de la grasa ingerida junto con ellas, lo que reduce la absorción de calorías provenientes de esa grasa.
Sustituye el azúcar: Sustituye una parte o totalidad del azúcar de los postres por fruta fresca. Dado que una cucharada de azúcar contiene solamente 50 calorías, se dice que no engorda tanto, lo malo es que en los postres el azúcar suele combinarse con grasas, lo que eleva su valor calórico. Adicional a esto, recientes estudios confirman que células cancerígenas se alimentan de azúcar -un motivo mas para eliminarla de nuestra dieta-. Una taza de helado por ejemplo, puede alcanzar las 600 calorías. El pastel de queso crema (Cheescake) puede contener desde 250 calorías por porción, sin contar las diversas coberturas que se le agregan y algunos pasteles que se venden en porción individual es la sección de mecatos del supermercado pueden sobrepasar las 300.
¿Sabes qué es el metabolismo? Es el conjunto de procesos que mantienen al organismo con vida, desde el funcionamiento de una pequeña célula hasta el latir del corazón. Todo esto se lleva a cabo gracias a la energía que produce el organismo.
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