La función del sistema inmunológico es identificar a los enemigos del cuerpo y destruirlos. Entre ellos se incluyen las células del cuerpo defectuosas y los agentes foráneos como las bacterias y los virus. Las principales “puertas” de acceso al interior del cuerpo son el aparato digestivo, que deja entrar la comida, y los pulmones, que dejan pasar el aire.
Dentro del aparato digestivo está el “sistema inmunológico asociado del estómago”, que está programado para dejar pasar sin ningún tipo de dificultad, a partículas de alimentos completamente digeridos como los aminoácidos, ácidos grasos y los azúcares simples. Los alimentos no digeridos completamente pueden producir una reacción inmunológica y eventualmente una alergia.
Los conductos nasales ayudan a prevenir la entrada de agentes no deseados a los pulmones. Las saludables y robustas membranas mucosas de los sistemas respiratorio y digestivo son la primera línea de defensa del cuerpo contra los invasores.
Los nutrientes que revitalizan el sistema inmunológico
El sistema inmunológico depende totalmente de una toma óptima de vitaminas y minerales. La carencia de las vitaminas A, B1, B2, B6, B12 y ácido fólico, C y E suprime la inmunidad, al igual que la deficiencia de hierro, zinc, magnesio y selenio.
Las vitaminas B1, B2 y B5 producen un efecto revitalizador del sistema inmunológico leve, comparados con los de la B6. La producción de anticuerpos de vital importancia en cualquier infección, dependen de la vitamina B6, al igual que el funcionamiento de las células T. La vitamina B6, el ácido fólico y el zinc son requeridos para la rápida producción de células inmunes nuevas que se enfrentan a los enemigos. Dado que ningún nutriente funciona aislado es una buena idea tomar un buen complemento multivitaminico y de minerales.
El poder antioxidante
Los nutrientes que vale la pena utilizar para combatir las infecciones son los antioxidantes y especialmente las vitaminas A, C y E, el zinc y el selenio. La vitamina C es incuestionablemente el amo y señor de los nutrientes que revitalizan el sistema inmunológico. Esta vitamina ayuda a las células inmunes a madurar, mejora la actuación de los antibióticos y macrófagos y es por sí misma antivírica y antibacteriana; también es capaz de destruir toxinas producidas por las bacterias. Además es un antihistamínico natural, que reduce la inflamación.
Recomendaciones nutricionales para revitalizar el sistema inmunológico
Como las células inmunológicas se producen rápidamente durante una infección, es esencial tener suficientes proteínas. No obstante demasiadas proteínas provenientes de grasas saturadas o hidrogenadas obstruyen el sistema linfático, suprimen la inmunidad y se consumen todas las reservas de vitamina B6. Las grasas esenciales que se encuentran en los aceites prensados en frío (de ajonjolí, girasol, nueces, almendras) revitalizan la inmunidad, junto con la fruta fresca. Como durante una infección viral se aumenta la producción de mucosidad, es mejor evitar la carne, productos lácteos, huevos y/o cualquier comida que usted sepa que produce alergia. Se deben consumir los alimentos crudos tanto como sea posible, evite freírlos porque introduce radicales libres en las comidas.
Aquí ponemos un par de ejemplos de alimentos que podemos usar en la dieta, para mejorar nuestro sistema inmune.
Jugo de sandía:
Mezcle la pulpa de sandía con las semillas en una licuadora. Las semillas de sandía son ricas en proteínas, zinc, selenio, vitamina E y grasas esenciales. Tome un vaso para desayunar y otro durante el día.
Sopa de Zanahoria:
Mezcle tres zanahorias, dos tomates (pelados), un tercio de libra de queso de soya, media taza de leche de soya, algunas almendras o linaza molida, sazone al gusto. Consúmala fría o caliente.
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