La buena nutrición no sólo beneficia la salud física, también afecta el comportamiento y ánimo al incurrir en los procesos neurológicos, y ayuda a evitar el desarrollo de enfermedades asociadas a la salud mental.
Estudios recientes afirman que la alimentación incide en el desarrollo cognitivo de los niños y en la prevención de enfermedades mentales en adultos.
En cuanto al desarrollo cognitivo del niño, es muy importante que la madre embarazada cuide al bebé en gestación consumiendo ácido fólico, ya sea en suplementos nutricionales o en su alimentación, para prevenir malformaciones del feto, problemas de comportamiento y déficit cognitivo en niños mayores. Las madres deben consumir una dieta balanceada, rica en alimentos como, carnes rojas, (res, cerdo), carnes blancas (pollo y pescados), hígado, verduras verdes oscuras (espinacas, espárragos,) y cereales integrales (trigo, arroz, maíz), entre otros.
A medida que el niño va creciendo puede también beneficiarse también con el consumo de Omega 3, porque contribuye al desarrollo de las células cerebrales; algunas investigaciones han comprobado que tiene un efecto positivo en la concentración y comprensión de lectura.
En la adultez, es necesaria la alimentación con productos que mejoren el estado de ánimo y ayuden a la prevención de enfermedades mentales en la tercera edad. Se ha descubierto que las personas que consumen frutas frescas, zumos naturales, verduras, ensaladas e ingieren abundante agua, tienen menos probabilidad de sufrir trastornos mentales y tener menos síntomas de irritabilidad. La deshidratación causa desequilibrios químicos que generan la falta de concentración e inadecuado funcionamiento neurológico.
Las personas que exhiben cuadros depresivos o de ansiedad, pueden beneficiarse de algunos alimentos que participan en la síntesis de neurotransmisores, que son las sustancias que apoyan los procesos neuronales. Algunos de estos alimentos son: pescados azules (salmón, anchoas y atún) o semillas de linaza y de chía que son fuente de Omega 3, arroz integral que contiene vitaminas del complejo B, jengibre que estimula las endorfinas y tofu (queso de soya) que le brinda el aminoácido triptófano al cerebro.
Recuerde que sus hábitos alimenticios no solo ofrecen la posibilidad de tener un cuerpo sano, fuerte y esbelto, sino mente ágil, lúcida y sin temores, para enfrentar las oportunidades excelsas que la vida le ofrece y así pueda desarrollarse y alcanzar lo que siempre ha deseado.
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Mónica Pinedo – Psicóloga Universidad Javeriana
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