Las sesiones de entrenamiento de resistencia prolongadas inducen a perturbaciones metabólicas sustanciales incluido el agotamiento de los combustibles endógenos y el daño/interrupción de las proteínas musculares y corporales. Por lo tanto, aumentar la disponibilidad de nutrientes (es decir, carbohidratos y proteínas) en el período de recuperación posterior al entrenamiento es importante para reponer las reservas de sustrato y facilitar la reparación y remodelación del músculo esquelético. Está bien aceptado que la ingestión de proteínas después del ejercicio basado en la resistencia aumenta las tasas de síntesis de proteínas y potencia las ganancias en masa muscular y fuerza. Hasta la fecha, sin embargo, se ha prestado poca atención a la capacidad de la proteína de la dieta para mejorar la remodelación del músculo esquelético y estimular las adaptaciones que promueven un fenotipo de resistencia.
La ingesta de proteínas en la dieta después del ejercicio aumenta las tasas de síntesis de proteína muscular, estimula la acumulación neta de proteína muscular y facilita la respuesta adaptativa al entrenamiento prolongado.
La ingestión de proteínas durante el ejercicio mejora la capacidad de rendimiento de manera aguda. La suplementación proteica puede mejorar la masa muscular y el rendimiento, cuando el estímulo de entrenamiento es adecuado (por ejemplo, frecuencia, volumen, duración), si la ingesta dietética es consistente con las recomendaciones para individuos físicamente activos.
Conceptos básicos de las Proteínas:
- Cada célula del cuerpo contiene proteínas
- Las enzimas, las cuales regulan la cantidad de procesos en el cuerpo humano, son de naturaleza proteica
- Son esenciales para la contracción muscular
- El sistema inmunológico se alimenta de proteínas y algunos aminoácidos específicos
- Las proteínas están hechas de aminoácidos
- El consumo diario debe ser para personas sedentarios entre 1 y 1,2 g/kg de peso
- El consumo diario debe ser para personas deportistas entre 1,4-2,2 g/kg de peso
- Toda persona necesita proteína, incluidos los niños (dependiendo del peso, igual la dosis), personas adultas e incluso con daño renal, esta última acompañada del especialista.
Fuente: Articulo, Edición revista Artemisa #25