La próstata es un órgano que forma parte del sistema reproductor masculino. Anatómicamente se parece a una nuez y mide 4 cm de largo por 3 cm de ancho aproximadamente.
Está ubicada en la región pélvica, debajo de la vejiga y por delante del recto. Su función es producir y segregar parte del líquido seminal que nutre y preserva a los espermatozoides contenidos en el semen.
¿Cuáles son los problemas de la próstata?
En los hombres menores de 50 años, el problema más frecuente es una infección por bacterias conocida como prostatitis. Sus síntomas son fiebre, escalofríos, ardor o dolor al orinar, dificultad para iniciar la micción y disminución del chorro urinario. En algunos casos, la orina puede tener un poco de sangre y olor fétido.
En los hombres mayores de 50 años, son dos los problemas que se presentan: el agrandamiento de la próstata (Hiperplasia prostática) y, con menor frecuencia, el cáncer de próstata.
La hiperplasia de la próstata es un crecimiento benigno hasta de un 50% de su tamaño, que se presenta en el 30 – 40% de los hombres. Este crecimiento excesivo hace que la próstata presione la uretra y dificulte el flujo de la orina, produciendo síntomas obstructivos como disminución de la fuerza y adelgazamiento del calibre del chorro urinario, micción intermitente, urgencia por ir al baño, sensación de no haber vaciado la vejiga por completo y aumento en la frecuencia urinaria en la noche (nicturia).
Los síntomas del cáncer de próstata son similares a los de la hiperplasia, pero, a medida que la enfermedad avanza, pueden aparecer debilidad y cansancio, dolor de espalda, pérdida de peso y falta del apetito.
Tanto la hiperplasia como el cáncer de próstata pueden detectarse a tiempo con un examen médico, mediante un tacto rectal y con ayuda de exámenes de laboratorio, una ecografía y, si es necesario, una biopsia.
Recomendaciones para mantener la próstata sana:
• Controlar del estrés. En situaciones estresantes, aumenta la producción de las hormonas suprarrenales que alteran la micción, produciéndose dificultad para orinar.
• Practicar ejercicio aeróbico regularmente, caminar y trotar, por lo menos cuatro veces a la semana.
• Limitar el consumo de especias, condimentos y sustancias que pueden irritar la próstata: pimienta, ají, mostaza, los alimentos encurtidos, café, té negro, chocolate, gaseosas oscuras y bebidas alcohólicas (vino, cerveza).
• Reducir el consumo de grasas saturadas (las contenidas en alimentos de origen animal y sus derivados), ya que éstas aumentan el riesgo de desarrollar hiperplasia y cáncer de próstata.
• Favorecer el consumo de alimentos que previenen el crecimiento y la formación del cáncer de próstata. Se recomienda consumir media taza de brócoli y/o coles de Bruselas 2 ó 3 veces a la semana, productos de soya y tomates. Comer media taza de remolacha en trozos, 2 veces al día, desinflama la próstata.
• Tomar plantas con propiedades medicinales en infusiones o presentaciones comerciales que se consiguen en tiendas naturistas: ortiga, zanahoria, castaño de Indias, uña de gato y calabaza.
Se recomienda el consumo de la Palma enana americana (serenoa repens) conocida como Palmito, Sabal o Saw Palmetto. Esta inhibe los efectos del exceso de los andrógenos u hormonas masculinas, en particular la dihidrotestosterona, que cuando se producen en exceso, son responsables del crecimiento y el cáncer de próstata.
Las propiedades antiinflamatorias del arándono rojo (Cranberry) y la Cúrcuma, las convierten en productos naturales ideales para prevenir y tratar la prostatitis.
Favorecer el consumo de antioxidantes, especialmente vitaminas D, E, A y selenio.
Según varios estudios científicos, el consumo melatonina ayuda a prevenir el cáncer de próstata.
Evitar medicamentos formulados para tratamiento de la gripa, como antihistamínicos y descongestionantes, ya que estimulan el crecimiento de la próstata.
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Dr. Felipe Alejandro Lora. Médico especializado en Medicina Ayurvédica y biológica.
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