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Fibromialgia: la afección del siglo XXI

¿Cuántas veces le ha sucedido que usted se siente profundamente agotado y con dolores en todo el cuerpo, pero al consultar al médico este le dice lo suyo es estrés? Si estos síntomas son frecuentes no los tome a la ligera, pues usted podría estar sufriendo de Fibromialgia, una enfermedad recientemente reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que apenas comienza a enseñarse en las facultades de medicina.

La fibromialgia es un tipo de reumatismo caracterizado por dolor de los tejidos blandos del cuerpo, tales como tendones, ligamentos y músculos. Esta patología no afecta los huesos ni las articulaciones, lo cual la diferencia de la artritis y la artrosis. La padecen con mayor frecuencia las mujeres, pero también se puede presentar en niños, adultos mayores y hombres.

La causa de la fibromialgia es aún desconocida. Hay factores que podrían desencadenarla, como una infección bacteriana o viral, un accidente traumático con golpes en el cuerpo, el divorcio, un problema familiar, entre otros.
Los estudios médicos de la fibromialgia se han orientado a buscar si hay lesiones en los músculos (ya que no están inflamados), algún daño en el sistema inmunológico (defensas), problemas emocionales, alteraciones hormonales o en los mecanismo que protegen contra el dolor.

Cómo reconocer la fibromialgia

La fibromialgia se manifiesta como dolor de pies a cabeza, que varía de un día para otro, que puede cambiar de lugar y ser más intenso en aquellas partes del cuerpo que se usan más, por ejemplo, el cuello, los hombros, la región pélvica y los pies). En algunas personas el dolor puede ser tan agudo que interfiere en las tareas diarias, y a otras solo les produce un leve malestar. Con frecuencia este dolor se acompaña de espasmos en los músculos, con sensación de “nudos”. Afortunadamente, la fibromialgia no es una enfermedad que llegue a incapacitar a la persona o a comprometer su vida.

El segundo síntoma importante es la fatiga crónica, que puede ir desde la sensación de ligero cansancio hasta un gran agotamiento.

Otros síntomas que deben tenerse en cuenta en la fibromialgia son:

– Trastornos del sueño: insomnio o sueño no reparador
– Aumento en la frecuencia de dolor de cabeza o en la cara
– Sensación de anquilosamiento y rigidez en el cuerpo
– Molestias abdominales: gases, dolor en el vientre o síntomas de colon irritable
– Cistitis, mayor frecuencia para orinar, menstruaciones más dolorosas y en los hombres inflamación de la próstata
– Sensación de hormigueo en las manos y en los pies
– Mayor sensibilidad a la temperatura, especialmente al frío
– Escozor en la piel o mayor resequedad
– Dolores en el pecho o las partes superiores del cuerpo, con problemas de postura
– Problemas de vértigo, mareo o sensación de desequilibrio
– Dificultad para pensar con claridad, mala concentración y pérdida de memoria
– Sensibilidad a la luz, los ruidos y los olores
– Depresión y ansiedad

¿Cómo se trata la fibromialgia?

Es difícil de tratar, ya que los dolores no disminuyen con los analgésicos convencionales. Por lo general requiere de un manejo conjunto que incluya evitar los factores que la agravan, como las malas posturas y el sobrepeso, el tratamiento de las alteraciones psicológicas, ejercicio físico que comprenda fortalecimiento muscular, la terapia son medidas locales como hidroterapia y calor local, masajes y el uso de productos naturales efecto analgésico que mejoren o al menos aumenten la tolerancia al dolor.

La medicina alternativa ha demostrado muy buenos resultados en el tratamiento de la fibromialgia, especialmente con la homeopatía, la terapia neural (inyecciones en los puntos dolorosos), la acupuntura y el uso de algunas plantas medicinales como el astrágalo, el lúpulo, la hierba de San Juan, el tomillo y la echinacea.

Colabora para Artemisa:

Dr. Felipe Alejandro Lora L.
MD Medicina Ayurvédica Biológica

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