Las especias se han constituido como un producto definitivamente importante para el ser humano. La palabra “especia” procede del latín “species”, que significa básico o esencial, lo cual tiene su explicación en la asombrosa capacidad que poseen para cambiar el sabor de los alimentos, para conservarlos y al mismo tiempo para ser usados como medicina natural, productos de perfumería y de belleza. También debemos resaltar los valores místicos, sagrados y hasta afrodisíacos de algunas especias.
Se extraen de plantas frescas y secas; se usan las hojas, llamadas “hierbas”; la simiente, la flor, las cortezas, los cogollos, las raíces y las semillas aromáticas. Las especias no solo realzan el sabor, olor y color de las comidas por su variedad de aromas, texturas y aceites sino que influyen significativamente en las funciones biológicas del cuerpo gracias a que poseen oligoelementos y minerales que resultan ser verdaderos aliados para la buena digestión. Sirven también como estimulantes del apetito; algunas incluso funcionan como bactericidas y otras como reguladores de la presión sanguínea.
Las especias se pueden clasificar en cinco grupos: dulces como la canela, la nuez moscada y la vainilla; penetrantes como los clavos, el anís y el cardamomo; fuertes como el jengibre y el tamarindo; picantes como los pimientos, los chiles, la mostaza y los rábanos; fusión de sabores como la semilla de cilantro y la semilla de hinojo, solo por mencionar algunas.
Por milenios, las especias han representado para el ser humano medicina y condimento y han sido parte vital de sus costumbres y sus rituales religiosos. Actualmente la globalización ha traído consigo un enorme intercambio entre poblaciones y culturas con distintos estilos y tradiciones culinarias, lo cual ha permitido el conocimiento y uso de toda clase de especias. La cocina de occidente ha integrado muchas de estas especias, dando así lugar a la creación de platos en los que se fusionan los productos autóctonos con los condimentos exóticos.
Para tener en cuenta:
– Por su acentuado sabor las especias deben ser utilizadas solo en pequeñas cantidades.
– Resulta poco agradable probar las especias de manera aislada. Es recomendable mezclarlas con los alimentos para que desarrollen sus auténticas propiedades.
– Se deben conservar adecuadamente para que guarden todo su aroma y sabor original. Lo ideal es mantenerlas en recipientes de cristal, herméticos, secos y en lugares frescos y oscuros.
– El orégano, el perejil, la nuez moscada y el romero, por ejemplo, son hierbas que estimulan la secreción gástrica, mientras que le anís y el clavo contribuyen a evitar los gases.
– Las hierbas aromáticas, como las especias, contienen en sus células aceites esenciales beneficiosos para llevar a buen fin el proceso digestivo.
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