La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre sobre las paredes de las arterias. Como las arterias son elásticas, pueden adaptarse a diferentes situaciones. La hipertensión, por lo tanto, es la señal de alerta en cuanto a un mayor “riesgo cardiovascular”, y por eso, aunque la persona se encuentre perfectamente bien de salud, deben tomarse medida para controlar la hipertensión. Un tratamiento correcto y a tiempo reduce el riesgo individual.
Para disminuir la presión arterial es preciso realizar ciertos cambios en el estilo de vida. De acuerdo con investigaciones y otras pruebas las siguientes medidas de atención puede ser útiles:
- Dejar a un lado la sal. Evitar el uso desmedido de la sal de mesa, limitar las comidas rápidas con mucha sal y leer las etiquetas para encontrar los alimentos bajos en sodio.
- Observar lo que comemos. Elegir una dieta baja en colesterol y grasa animal y alta en frutas, vegetales, granos enteros, legumbres y productos lácteos bajos en grasa, y algunas nueces y semillas.
- Mantener un peso saludable. Perder el exceso de peso y mantener un peso saludable con un programa a largo plazo de ejercicio y con alimentos saludables.
- Impulsar la salud del corazón con ajo. De 600 – 900mg de extracto estandarizado de ajo al día puede mejorar la salud del corazón y los vasos sanguíneos, y también tiene un efecto en la disminución de la presión arterial.
- Consumir minerales.
- Suplementos de Calcio (de 800 – 1.500 mg por día) y magnesio (de 350 – 500 mg por día) son muy beneficiosos.
A continuación se mencionan algunos productos naturales que ayudan a disminuir la hipertensión:
Chelated Magnesium: EL magnesio es un mineral presente en la naturaleza y es importante para muchos sistemas corporales, en especial los músculos y los nervios. El chelated magnesium se usa como suplemento para mantener un nivel adecuado de magnesio en el cuerpo.
Potasio: El efecto benéfico del potasio en la salud cardiovascular proviene principalmente de su influencia en la regulación de las contracciones musculares y los niveles de fluidos.
Magnesio: Se ha mostrado que la suplementación con magnesio puede mejorar ciertos desórdenes relacionados con el dolor, como la migraña y dolores de cabeza. En el caso de migrañas, muchos de los beneficios del magnesio parecen estar relacionados con su rol en la función músculo-vascular, relajación nerviosa y función adecuada de la válvula mitral.
Omega 3: Se denomina Omega 3 a las grasas poliinsaturadas, también llamadas ácidos grasos esenciales, ya que nuestro organismo no puede crearlos y debemos ingerirlos en nuestra dieta. Su consumo ayuda a regular la cantidad de grasa en sangre, reduce la presión arterial, aumenta la vasodilatación arterial; son antitrombóticos y previenen las arritmias y la muerte súbita.
Garlic perlas: El ajo tiene un alto espectro de actividad antimicrobial en contra de una gran variedad de patógenos que incluyen: virus, bacterias, hongos, entre otros. Muchas de las enfermedades cardiovasculares se asocian con un aumento de la actividad de plaquetas en la sangre. El ajo y el perejil son dos de las varias hierbas medicinales utilizadas para tratar enfermedades cardiovasculares como la hipertensión arterial. Son ampliamente conocidos por sus efectos sobre la digestión, el estómago, los riñones, la sangre y el hígado. El aceite esencial obtenido de ellos tiene también una acción fuerte sobre el sistema nervioso central.
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