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Dec 21 2016 FABIO CAMARGO

La aromaterapia: aceites esenciales y esencias. Usos y sus diferencias.

La aromaterapia es un conjunto de principios basados en las propiedades que tienen los aceites esenciales y las esencias aromáticas de algunas plantas sobre la salud y el bienestar de las personas. Para entender sus efectos en el organismo, primero hay que saber lo fundamental sobre estas sustancias:

Aceites esenciales. Contrario a lo que indica su nombre, los aceites esenciales no contienen ninguna sustancia grasa; solamente moléculas aromáticas volátiles. Se obtienen a partir de la destilación de las plantas con vapor de agua.

Estos aceites concentran hasta cien veces algunos principios activos de las plantas frescas, los cuales son rápidamente absorbidos por los pulmones o intestinos cuando los inhalamos o ingerimos. Si los aplicamos sobre la piel, el organismo los absorbe lentamente hasta llevarlos a la sangre.

Los aceites esenciales se clasifican en tres grupos: tonificantes, reguladores de las funciones corporales y relajantes. Además, gracias a sus propiedades antisépticas, algunos aceites combaten infecciones de la piel, acné, etc.

Esencias. Son sustancias aromáticas que las plantas secretan de sus hojas, frutos, corteza y flores. La extracción se realiza a través de la técnica de presión.

Este tipo de terapia se divide en dos escuelas:

  • Aromaterapia médica. Se basa en la absorción de aceites esen- ciales al ingerir gotas o cápsu- las o por medio de supositorios. Este tipo de técnica tiene como finalidad reforzar y estimular las defensas naturales de nuestro organismo.
  • Aromaterapia para relajación. Aprovecha los beneficios de los aceites esenciales a través de la vía cutánea (masajes o baños) o por inhalación en el aire.

Recomendaciones de usos:

La dosis de gotas o cápsulas de aceites esenciales tomadas por vía oral debe ser recomendada por especialistas pues, debido al gran poder activo de estas sustancias, pueden resultar tóxicas en ciertas cantidades. La dosis sugerida es de 1 o 2 gotas por toma y nunca superar las 6 gotas diarias.

Los aceites para aplicar directamente sobre la piel son diluciones de aceites esenciales con una base de aceite vegetal y solo se deben usar para los masajes. Nunca se deben aplicar aceites esenciales puros sobre la piel porque podrían generar irritaciones o quemaduras.

Para determinar la proporción de contenido de estos aceites, debemos tener en cuenta que un 1% equivale a 1 o 2 gotas de aceite esencial diluido en 5 ml de aceite base. Tengamos en cuenta las siguientes recomendaciones para algunas partes del cuerpo a la que queramos aplicar aceites esenciales:

  • Rostro y pieles sensibles: 1 o 2 gotas en 5 ml.
  • Cuerpo: 2 o 3 gotas en 5ml.
  • Alguna zona del cuerpo: 5 a 10 gotas en 5 ml.

 

 

Algunas condiciones de salud que se pueden llegar a contrarrestar por medio de la aplicación de algunos aceites que contienen ciertos aceites esenciales son:

  • Nerviosismo. Loción con aceite esencial de mandarina roja o de lavanda. Zona del cuerpo en la que se aplica: a lo largo de la columna vertebral.
  • Bronquios congestionados. Loción con aceite esencial de eucalipto. Zona del cuerpo: tórax
  • Mala digestión. Loción con aceite esencial de romero o de canela. Zona del cuerpo: abdomen.
  • Ansiedad. Loción con aceite esencial de pícea negra. Zona del cuerpo: esternón.
  • Migraña. Loción con aceite esencial de menta piperita, lavanda, albahaca, rosa, mejorana o limón. Zona del cuerpo: sienes, frente, lóbulos de las orejas y orejas.

Aromas para respirar

Por medio de la acción del calor, ya sea usando pebeteros o difusores, los aceites esenciales se evaporan con el fin de purificar el ambiente y, de paso, las vías respiratorias de las personas que se encuentran en ese espacio. Para este método de difusión hay que tener cuidado de no usar aceites esenciales que puedan irritar las mucosas respiratorias, como el de tomillo. Además, para no saturar el ambiente, se recomienda difundir el producto máximo durante 15 minutos por hora.

Otro método es la inhalación, la cual consiste en aspirar los vapores aromáticos durante 10 minutos, tres veces al día. Para el caso de resfriados podemos diluir 3 o 4 gotas de aceite esencial de lavanda, tomillo o romero en un recipiente con agua hirviendo e inhalarlo con la cabeza cubierta con una toalla.

Fuente bibliográfica: Larousse de las medicinas naturales y alternativas.

España, 2007. 384 páginas.